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Cuento para leer: Margarita la vaca que no quería dar más leche
🐮 Margarita la vaca que no quería dar más leche
Edad sugerida: 4 a 9 años
Duración estimada de lectura: 8 a 10 minutos
Valores: Escucha interior, agotamiento, respeto por los propios límites, trabajo digno, empatía intergeneracional
🌾 Inicio relajante
Imaginá una chacra rodeada de pasto verde, con árboles que dan sombra y una brisa suave que huele a heno.
En medio del campo, entre gallinas chismosas y ovejas dormilonas, vivía Margarita, una vaca grande, blanca con manchas negras y ojos dulces.
Había pasado toda su vida haciendo lo que se esperaba de ella… hasta que un día dijo que no.
🐮 Capítulo 1: La rutina de siempre
Cada mañana, antes de que el sol se asome del todo, don Pedro entraba al establo con su balde de lata.
—¡Vamos, Margarita! ¡Es hora de ordeñar!
Y Margarita, como siempre, se acomodaba en su lugar, masticando al ritmo de los pájaros.
Después pastaba, rumiaba, daba vueltas por el campo, y al atardecer… otra vez al ordeñe.
—Es buena —decía don Pedro—. De las mejores.
Pero nadie sabía que Margarita estaba cansada.
No de ser vaca.
No del pasto.
Sino de que nunca nadie le preguntara cómo se sentía.
🌤️ Capítulo 2: Una decisión inesperada
Una mañana de otoño, Margarita no se levantó a tiempo.
Cuando don Pedro la llamó, ella solo giró la cabeza y dijo:
—Hoy no.
El granjero se quedó mudo.
Las otras vacas cuchicheaban:
—¿Qué le pasa? ¿Está enferma?
Pero Margarita no tenía fiebre, ni dolores, ni heridas.
Simplemente estaba agotada.
—Di leche toda mi vida —murmuró—. Y no me quejo. Pero creo que necesito otra cosa. Aunque no sé qué es todavía.
🧒 Capítulo 3: La nieta del granjero
Esa tarde, llegó al campo Lola, la nieta de don Pedro.
Tenía ocho años y una mirada que todo lo observaba.
Vio a Margarita apartada, tranquila, sin moverse.
—¿Y esa vaca? —preguntó.
—Está en uno de sus días raros —dijo el abuelo.
Pero Lola se acercó igual.
No le ofreció pasto, ni le pidió leche. Solo se sentó al lado y le habló bajito:
—Si querés descansar, está bien.
Margarita la miró. Era la primera vez que alguien no esperaba nada de ella.
🌽 Capítulo 4: Un nuevo lugar
Al día siguiente, Lola le pidió al abuelo un favor.
—¿Podemos dejar a Margarita en el potrero de atrás? El que da al maizal. Está más tranquilo.
Don Pedro dudó. Pero aceptó.
Durante semanas, Margarita vivió allí. Libre. Sin tareas.
Y algo curioso pasó:
Comenzó a recibir visitas.
Las ovejas se recostaban cerca suyo.
Los cerdos le pedían consejo.
Incluso las vacas jóvenes, que nunca habían conocido otro ritmo, iban a escucharla.
Margarita no daba leche.
Pero daba algo más raro en una granja: sabiduría.
🌅 Capítulo 5: El respeto ganado
Don Pedro, que al principio no entendía nada, empezó a notarlo.
—Ya no se enoja nadie cuando no ordeñamos a Margarita —dijo un día.
—Porque entendieron que ella ya dio mucho —respondió Lola.
Y así, Margarita se convirtió en algo nuevo:
La vaca que eligió cuándo parar, y que fue respetada por eso.
Nunca dejó de ser parte de la granja.
Solo cambió su rol.
🌻 Final reflexivo
Desde entonces, cuando un animal se siente cansado, va al potrero de atrás.
No como castigo.
Sino como un espacio de pausa, donde se aprende a escuchar el cuerpo y el alma.
Y todos saben que, si Margarita está ahí…
Es un buen lugar para estar.
FIN
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